Ante la dolorosa noticia del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, la Red de Jueces Penales de la Provincia de Buenos Aires desea expresar su hondo pesar y rendir homenaje a la memoria de quien, desde los confines del sur del mundo, llevó al corazón de la Iglesia una mirada profundamente humana, austera y comprometida con los más vulnerables.
Jorge Mario Bergoglio no solo fue el primer pontífice latinoamericano y jesuita, sino también un hombre que, en el ejercicio de su misión pastoral y diplomática, supo poner en el centro del mensaje evangélico la justicia social, la dignidad de las personas, el valor de la misericordia, el perdón y la paz. Su palabra resonó en todos los rincones del planeta, interpelando conciencias, gobiernos y estructuras de poder con la sencillez de quien cree, por sobre todas las cosas, en el servicio.
Desde nuestro lugar como operadores del sistema de justicia penal, recordamos especialmente su llamado permanente a no naturalizar el sufrimiento de los descartados, su denuncia incansable contra las formas de esclavitud moderna, el tráfico de personas, la criminalización de la pobreza y el castigo sin redención. Francisco nos enseñó, incluso a los no creyentes, que no hay justicia sin compasión ni derecho sin humanidad.
Elevamos nuestras condolencias a toda la comunidad católica, al pueblo argentino que lo vio nacer, y al mundo entero que hoy llora la partida de un pastor de espíritu fraterno, cuya herencia ética trasciende credos y fronteras. Su legado permanece como faro para quienes creemos que la justicia, en su sentido más profundo, es inseparable de la verdad, la dignidad y la esperanza.