La temporalidad de los jueces atenta contra la independencia del poder judicial, porque permite que quien designa, incline la balanza.
Por eso nuestro diseño constitucional y el de la gran mayoría de las democracias es así.
Basta imaginar a un poder ejecutivo con mayoría en el poder legislativo y en el Consejo de la Magistratura seleccionando miles de jueces todos los años.
Bastante tiene actualmente el Poder Judicial con los cientos de vacantes que hay para cubrir.
La temporalidad es para los cargos electivos que se basan en el principio de la representatividad no para un poder que tiene que ser de control de los actos de los otros poderes.
Sin perjuicio de ello los jueces deben responder por mal desempeño en el ejercicio de su función, por sus actos, que son revisables y por lo que pueden ser removidos por juicio político.
Más que un derecho de los jueces es una garantía del pueblo.
La Red de Jueces Penales de la Provincia de Buenos Aires.
La Plata, 6 de agosto de 2021.
Mario Daniel Caputo Pedro Rodríguez
Presidente Secretario
La inamovilidad como garantía de una justicia independiente
