Se anunció un plan de ampliaciones del Servicio Penitenciario Bonaerense

De La Nación del 24 de agosto de 2016.   
“Malas condiciones de alojamiento, de salubridad y de alimentación. Todo esto es resultado del hacinamiento que se vive hoy en las cárceles bonaerenses. En las 55 unidades penales y las 7 alcaidías se aloja a unos 33.000 presos, cifra que representa el 45% de los detenidos de todo el país.
Además, hay alrededor de 2300 personas alojadas en comisarías, a pesar de los constantes reclamos manifestados en los últimos años por diversos organismos defensores de los Derechos Humanos.
La provincia cuenta con 26.000 plazas, lo que significa que hoy, entre unidades y comisarías, hay unos 9000 presos más de los que el sistema está capacitado para alojar.
Además, las prisiones bonaerenses reciben anualmente alrededor de 2200 internos, mientras que la tasa de recambio es de 600.
“Las cárceles de la provincia están entre las peores de América Latina”, señaló a LA NACION Santiago Cantón, secretario de Derechos Humanos.
Ante esta situación, en el marco del Plan Estratégico de reforma del Sistema Penitenciario Bonaerense, una de las principales iniciativas es mejorar, en los próximos 10 años, la capacidad de los penales de la provincia. Para esto, entre otras medidas, a partir de 2017 se incorporarán 2000 plazas por año. Con ese objetivo, se reactivará una serie de obras para construir nuevos espacios y ampliar los ya existentes.
Por otra parte, en conjunto con autoridades nacionales y municipales, el ministerio de Justicia bonaerense, cuyo titular es Gustavo Ferrari , está identificando espacios en desuso que puedan ser acondicionados para el funcionamiento de alcaidías.
“La intención es desalojar paulatinamente la población alojada en comisarías y a la vez destinar el personal policial de estas dependencias al trabajo vinculado estrictamente a la seguridad de su distrito”, indicó Ferrari.
En ese marco, se prevé realizar, entre 2017 y 2018, alcaidías con un promedio 144 plazas cada una en Ensenada, Tigre, San Martín, Azul, Bahía Blanca, San Nicolás, Tandil, Quilmes.
El Plan también apunta a mejorar las condiciones generales de las prisiones. Entre otros puntos, todas los penales garantizarán la alimentación de los detenidos a través de un sistema de racionamiento (viandas). Además, antes de fin de año, cada preso deberá contar con un colchón ignífugo (hoy no hay un colchón por persona).
“Si estas políticas que estamos aplicando ahora continúan en las próximas gestiones, esto va a mejorar no sólo la situación de los presos sino de toda la sociedad”, destacó Cantón.”