ENTREVISTA A JUAN GALARRETA: UNA VISIÓN HUMANIZANTE Y PACIFICADORA DE LA PRISIÓN

La entrevista realizada por Marcelo Gopar en Radio El Mundo al Dr. Juan Sebastián Galarreta, Juez de Ejecución Penal de Mar del Plata, trasciende con creces los márgenes de un reportaje periodístico para convertirse en un testimonio de enorme valor jurídico, humano y social. Con un discurso arraigado en principios constitucionales y de derechos humanos, el Dr. Galarreta brinda una reflexión lúcida y comprometida acerca de la función judicial, el rol del Estado y la centralidad de la dignidad humana en todo proceso de ejecución penal.

Desde sus primeras palabras, el magistrado deja entrever un profundo humanismo, al situar en la amistad, la familia y los valores inculcados en la infancia —el compromiso, la responsabilidad, la solidaridad— las bases que sostienen a la persona frente a la vorágine de la vida contemporánea. Esa mirada integral del ser humano se proyecta luego sobre su concepción de la justicia, que concibe como un servicio público insoslayablemente ligado a la responsabilidad social.

Uno de los ejes más significativos de sus reflexiones radica en la definición de la función del juez de ejecución penal. Lejos de reducirla a una mera administración del castigo, la plantea como la garantía de que la pena se cumpla en condiciones dignas, con acceso a educación, trabajo y contacto familiar, bajo el amparo de la Constitución y los tratados internacionales. Ejemplos como las mejoras alcanzadas en el Complejo Batán tras una intervención judicial en habeas corpus evidencian que la justicia puede y debe operar como motor de transformación, asegurando que la cárcel no sea un espacio de degradación sino una instancia de reconstrucción personal y social.

Con la misma claridad, el Dr. Galarreta rechaza los modelos penitenciarios que vulneran los derechos fundamentales. Califica al modelo salvadoreño de aislamiento absoluto como una regresión que roza la tortura y recuerda que el Estado de Derecho no debe rebajarse al nivel del delito, sino sostener siempre el piso irrenunciable de la dignidad humana. También advierte sobre las reformas legislativas nacionales que restringen la libertad condicional y quiebran el principio de progresividad, señalando los riesgos de un punitivismo que aísla sin resolver las causas de la conflictividad.

Lejos de quedar atrapado en la lógica del encierro, su palabra se eleva con esperanza al proponer soluciones preventivas: la educación pública, el deporte y la presencia activa del Estado en los barrios vulnerables como la mejor manera de evitar el delito. Ejemplos como el programa Espartanos, con su altísimo índice de no reincidencia, o la labor de los clubes barriales que contienen a millones de jóvenes, refuerzan su convicción de que la integración comunitaria desde la base es la verdadera clave para construir una sociedad más justa y menos proclive a la violencia.

La voz del Dr. Galarreta, miembro activo de la Red de Jueces Penales de la Provincia de Buenos Aires y expresidente de la asociación, resuena con autoridad y coherencia ética. Sus conceptos, de hondo calado humanista, no solo enriquecen el debate sobre el sistema penal, sino que también constituyen un llamado a comprender que la justicia, cuando se ejerce con sensibilidad y firmeza, puede y debe ser una herramienta de transformación social.

Invitamos a quienes deseen profundizar en estas reflexiones a acceder al reportaje completo a través del enlace que se pone a disposición, convencidos de que sus palabras son un aporte imprescindible para pensar una justicia que sanciona, pero, sobre todo, que humaniza y resocializa.

Entrevista a Juan Galarreta

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