El Rugby como instrumento de cambio
Mirmidones entregaron más de 7 mil barbijos para el Sistema de Salud (Tomado del diario de Tandil)
Lejos de ser el mítico ejército griego, los Mirmidones son gente de carne y hueso que tienen como similitud la entereza, el compañerismo y la voluntad de vencer las adversidades.
Mirmidones es un proyecto de promoción social para personas privadas de su libertad. Este, como otras experiencias de su tipo, utiliza al rugby como vehículo para que los internos aprovechen el tiempo de reclusión para aprender y relacionarse en torno a la práctica de un deporte de equipo.
Uno de los referentes del grupo que ayuda en el entrenamiento a los reclusos del penal de Barker es Pablo Galli, quien nos comenta «Hace 10 años tuvimos un intento fallido, Estaban Viñas empezó con la experiencia de Cambio de Paso en Batán, y me invitó a replicarla».
Ese no era el momento, pese al visto bueno de las autoridades del Servicio Penitenciario hacía falta que otros participen pero en esos años había muchos prejuicios que no permitieron que la propuesta cobre forma.
«En noviembre de 2016, Coco Oderigo, el Presidente de Espartanos, vino a Tandil por los 50 años del club Los Cardos y después de presentar el trabajo que hacen invitó a todos a participar de una jornada en el Penal de Barker» comenta, que revive esos momentos cuando la semilla del proyecto comenzó a germinar.
El ex juez, afincado en Tandil, explica la importancia de este tipo de programas en cuanto a que el nivel de reincidencia de la población carcelaria es del 40 a 60 por ciento. En cambio, en los pabellones donde se practica rugby el porcentaje de reincidencia es del 5 por ciento.
«Al principio éramos pocos, cuatro o cinco miembros del club que viajábamos cada 15 días los 70 kilómetros de ida y otro tanto de vuelta.» recuerda Pablo y agrega «viajábamos los viernes y el lunes nos juntábamos para charlar sobre cómo hacer para seguir. Sabemos que cuando se encaran este tipo de acciones hay que ser consecuente, había que comprometerse y volver a ir.»
Cuando comenzó el proyecto de enseñar rugby en el penal les asignaron un pabellón de población, que son los reclusos de peor conducta «Al poco tiempo se empezó a incorporar gente que descubría que solo con rugby no alcanzaba. Así que también iniciamos clases de teatro, que les hizo muy bien. Han logrado muchas cosas, hablan de otra manera, tienen otra plasticidad, les dio otras herramientas» afirma Galli, que se apoya en miembros fundamentales de la Asociación como Escue, Nacho y Morocho.
Al año, siguiente los internos pasaron a un pabellón mejor, «Porque mejoraron su conducta. Se lo ganaron» aclara el referente de Mirmidones y no oculta el orgullo.
«Al poco tiempo, estábamos viajando todos los viernes y ellos comenzaron a entrenar solos en la semana. Los gastos empezaron a acumularse y nos dimos cuenta que teníamos que tener personería jurídica, sumamos más gente, que inclusive no está vinculada al rugby. Ahora también ocupamos un lugar en Mesa Solidaria, Claudia Caballeo es la Secretaria de Mirmidones, Jorge Zabaleta el tesorero, ellos son una locomotora. Todos los que integran la Comisión Directiva son gente con una energía enorme» nos dice Galli, que también nos informa que el luego de la burocracia necesaria el año pasado lograron terminar de establecer la Asociación Civil sin fines de lucro.