Con un artículo de la Dra. Hilda Kogan la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires conmemoró el nacimiento y la lucha de la primera abogada del país

Obtuvo el título con honores pero le fue denegada su matriculación como abogada en la Provincia de Buenos Aires y debió hacer una presentación ante la Suprema Corte Provincial donde sostuvo «“El punto no tiene duda, ni social, ni legalmente y solo puede sostenerse una tesis contraria por impresionismo, pues la falta de costumbre de ver a la mujer en el foro hace sospechar a los que padecen de misoneísmo, este temor a lo nuevo tan bien estudiado por Lombroso, en un derrumbe, cuando todo lo que hay es un renacimiento”
La nota tal como aparece hoy 17 de mayo de 2017  en http://www.scba.gov.ar/portada/default2014.asp
Un día como hoy, hace 130 años, nacía quién se convertiría en la primera abogada en la historia del país, la dra. María Angélica Barreda.    
Oriunda de la ciudad de La Plata egresó a los 23 años de edad, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. La doctora Barreda fue una pionera en la lucha de las mujeres por la conquista de sus derechos.
Obtenido el título y la matricula nacional, su pretensión de inscribirse en su ciudad natal, donde había obtenido el título con honores, fue denegado lo que derivó en una presentación ante la SCBA, cuyo acuerdo fue resuelto con disidencia.
La denegación dispuesta por el entonces Procurador General, Dr. Manuel Escobar, a su matriculación provincial, fueron neutralizados con fundamentos muy claros y contundentes para esa época. Para ello la dra. Barreda alegó: “… subsisten espíritus prevenidos al surgimiento de la mujer, la que reclama con su trabajo y sus necesidades un puesto de acción en la sociedad que le permita la subsistencia honrada, sin dependencias absurdas dignas de una época para siempre pasada…”.
En relación a los derechos de la mujer decía: “El punto no tiene duda, ni social, ni legalmente y solo puede sostenerse una tesis contraria por impresionismo, pues la falta de costumbre de ver a la mujer en el foro hace sospechar a los que padecen de misoneísmo, este temor a lo nuevo tan bien estudiado por Lombroso, en un derrumbe, cuando todo lo que hay es un renacimiento”.
La Suprema Corte de Justicia hizo lugar al planteo de María Angélica Barreda, con ciertas limitaciones y dejando en claro que: “… 20°) la inscripción del título por la recurrente no importa, sin embargo quedar habilitada para el ejercicio de todas las funciones inherentes al abogado; 21º que se parte de una confusión de la ciudadanía con la nacionalidad si se considera que en algún caso podría ser juez o miembro de la Suprema Corte de la provincia una mujer acreditando solo su edad y título, porque para ser juez de primera instancia es requisito la ciudadanía, como para serlo de la Suprema Corte haber nacido en territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo y la ley nacional de ciudadanía no establece la ciudadanía de la mujer…”.
Finalmente prestó juramento ante el mismo Tribunal, el 18 de junio de 1910, dando inicio a una extensa y rica trayectoria profesional que se extendió hasta el año 1952.
En ese devenir histórico de tímidas conquistas, fue la llave para dar los primeros pasos de un largo recorrido por un espacio más igualitario en todas las áreas, por ello va nuestro especial homenaje a la doctora Barreda, quien ha sabido dejar un legado imprescriptible a todas las mujeres, más aún a las que abrazamos el Derecho como vocación, carrera, profesión y luchamos con las herramientas a nuestro alcance para que ello ocurra.
                                                           Hilda Kogan

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